St. Francis of Assisi Weekly Reflections

07-26-2020Weekly ReflectionWe Celebrate Worship Resource, Vol. 45, No. 3

We return today to three more parables about the kingdom of heaven. One can only imagine the joy and excitement of someone who discovers buried treasure and another who finds a pearl of great price. It’s the ancient equivalent of winning the lottery! But is this not us, who have found in Jesus our redemption and eternal life? This is a treasure worth more than everything we own. In the first reading, the Lord offers Solomon the opportunity to choose any treasure. He asks for an understanding heart so that he can judge his people rightly. He has the wisdom to realize that this would enable him to govern with wisdom and justice. This is his treasure. We hear Paul reveal the treasure awaiting all of us. He writes about those whom God has called. We know from the Gospels, as well as Paul’s own missionary activity, that we all are called by God: Jew and Gentile, slave and free, male and female. Since we all are called, we are all justified, and we are all glorified. This is our pearl of great price. The kingdom of heaven is a treasure for us all.

What can you do to bring this treasure—the kingdom of heaven—to others?

El Reino de los Cielos

Regresamos hoy a tres párbolas más sobre el reino de los cielos. Uno solo puede imaginar la alegría y la emoción de alguien que descubre un tesoro enterrado y de otro que encuentra una perla de gran precio. ¡Es el antiguo equivalente de ganar la lotería! ¿Pero no somos nosotros, quienes hemos encontrado en Jesús nuestra redención y la vida eterna? Este es un tesoro que vale más que todo lo que poseemos. En la primera lectura, el Señor le ofrece a Salomón la oportunidad de elegir cualquier tesoro. El pide un corazón comprensivo para poder juzgar a su pueblo correctamente. Tiene la sabiduría para darse cuenta de que esto le permitiría gobernar con sabiduría y justicia. Este es su tesoro. Luego escuchamos a Pablo revelar el tesoro que nos espera a todos. Él escribe sobre aquellos a quienes Dios ha llamado. Sabemos por los Evangelios, así como por la propia actividad misionera de Pablo, que todos somos llamados por Dios: judíos y gentiles, esclavos y libres, hombres y mujeres. Como todos somos llamados, somos justificados y todos somos glorificados. Esta es nuestra perla de gran precio. El reino de los cielos es un tesoro para todos nosotros.

¿Qué puedes hacer para llevar este tesoro—el reino de los cielos—a los demás?

Flourish Among the Weeds

07-19-2020Weekly ReflectionWe Celebrate Worship Resource, Vol. 45, No. 3

To describe the kingdom of heaven, Jesus turns again to his number one teaching tool: parables. First, wheat grows alongside weeds that threaten to choke it. Next, a large mustard plant grows from a tiny seed. In the final one, a pinch of yeast leavens a huge batch of flour. In each parable something seemingly insubstantial grows into something extraordinarily large. The full-grown mustard bush can accommodate a whole flock of birds. The amount of leavened bread is enough to feed over a hundred people. Despite the weeds, enough wheat is collected at harvest to fill a barn. But why leave the weeds in the first place? Wisdom gives a hint, telling us that God’s leniency and clemency give hope to the sinner, who knows that repentance is possible. Therefore, the weeds are allowed to grow until harvest, giving every opportunity for repentance, for mercy. In our weakness, Saint Paul writes, the Holy Spirit comes to our aid. We are able to resist the weeds of temptation and harm. In the end, the kingdom of God continues to grow, albeit imperceptibly, fighting the weeds, relying on God’s grace, eventually shining like the sun.

How can you flourish among the weeds? How can the Holy Spirit help?

Florecer Entre Las Hierbas Malas

Para describir el reino de los cielos, Jesús recurre nuevamente a su herramienta de enseñanza favorita: las parábolas. Primero, el trigo crece junto a la hierba mala que amenaza con sofocarlo. Luego, una gran planta de mostaza crece de una pequeña semilla. En el último, una pizca de levadura leuda un gran lote de harina. En cada parábola, algo aparentemente insustancial se convierte en algo extraordinariamente grande. El gran árbol de mostaza puede acomodar a toda una bandada de pájaros. La cantidad de pan con levadura es suficiente para alimentar a más de cien personas. A pesar de la hierba mala, se recolecta suficiente trigo en la cosecha para llenar un granero. Pero, ¿por qué dejar la hierba mala en primer lugar? La sabiduría nos da una pista, diciéndonos que la clemencia de Dios le da esperanza al pecador, quien sabe que el arrepentimiento es posible. Por lo tanto, se permite que las hierba mala crezca hasta la cosecha, dando todas las oportunidades para el arrepentimiento, la misericordia. En nuestra debilidad, escribe San Pablo, el Espíritu Santo viene en nuestra ayuda. Somos capaces de resistir las hierbas malas de la tentación y el daño. Al final, el reino de Dios continúa creciendo, aunque de manera imperceptible, luchando contra las hierbas malas, confiando en la gracia de Dios, y finalmente brillando como el sol.

¿Cómo puedes florecer entre las hierba mala? ¿Cómo te puede ayudar el Espíritu Santo?

 

Are You Yielding a Fruitful Harvest?

07-12-2020Weekly ReflectionWe Celebrate Worship Resource, Vol. 45, No. 3

Witness the cycle of life! Isaiah begins with rain and snow. They fall from the heavens, enabling the growth of plants and trees, which are abundant in oxygen; fruits and vegetables, all rich in nutrition; and rivers and lakes, which they fill with life-giving water. They then evaporate to return to the heavens where the cycle can begin anew. Jesus tells the crowds of the cycle that starts with a seed. When it falls onto rich soil, it produces fruit. What originated as a handful of seeds can now fed dozens. Its own seeds are replanted to produce another generation of fruit. The cycle goes on. Jesus explains to his disciples that the seed is the Word of God. When the seed lands on fertile soil, the word is digested by someone who understands it, takes it to heart, and spreads it on to others, making more disciples inspired by this same word. At the beginning of his Gospel, John identifies Jesus as the Word. Jesus came down from heaven, gathered disciples for his mission, suffered and died for our sins, then returned to the Father in glory. The rain, the seed, the word, Jesus Christ: all have come down to earth as gifts from God, giving us life and nourishment, sustenance and delight, purpose and mission, adoption and redemption.

How can you sustain these cycles of life?

¿estás Rendiendo Una Cosecha Fructífera?

¡Sé testigo del ciclo de la vida! Isaias comienza con lluvia y nieve. Caen del cielo, permitiendo el desarrollo de las plantas y árboles, que son abundantes en oxígeno; frutas y verduras, todas ricas en nutrición; y ríos y lagos, que llenan con agua que da vida. Luego se evaporan para regresar a los cielos donde el ciclo puede comenzar de nuevo. Jesús le dice a las multitudes del ciclo que comienza con una semilla. Cuando cae sobre un suelo rico, produce fruta. Lo que se originó como un puñado de semillas ahora puede alimentar a docenas. Sus propias semillas se replantan para producir otra generación de fruta. El ciclo continúa. Jesús explica a sus discípulos que la semilla es la Palabra de Dios. Cuando la semilla cae en un suelo fértil, el que la entiende la digiere, la toma en serio y la transmite a otros, haciendo que más discípulos se inspiren en esta misma palabra. Al comienzo de su Evangelio, Juan identifica a Jesús como la Palabra. Jesús bajó del cielo, reunió discípulos para su misión, sufrió y murió por nuestros pecados, luego regresó al Padre en gloria. La lluvia, la semilla, la palabra, Jesucristo: todos han bajado a la tierra como dones de Dios, dándonos vida y alimento, sustento y deleite, propósito y misión, adopción y redención.

¿Cómo puedes sostener estos ciclos de la vida?

 

I Will Give You Rest

07-05-2020Weekly ReflectionWe Celebrate Worship Resource, Vol. 45, No. 2

How do we react when our expectations are shattered? Do we scoff and retreat to our preconceived ideas? Or do we courageously change our opinion or attitude? The folks who encountered Jesus typically had their expectations shattered. His neighbors didn’t expect anything earth-shattering from the carpenter’s son, so they rejected him at once. Scribes and Pharisees condemned him because he ate with sinners, performed cures on the Sabbath, and forgave sins. Many wise and learned people, expecting a Messiah who would free them from the yoke of Roman rule, rejected one who was “meek and humble of heart” (Matthew 11:29), one who would banish the warrior’s bow in favor of bringing peace to nations. But to those “little ones” who were willing to believe and accept him, God the Father and God the Son were revealed. Paul would say it means changing from living according to the flesh to living according to the spirit. It requires transforming from one’s old self to a new self, surrendering to the Holy Spirit. It may be difficult to make such a conversion, but the reward is great. After all, his yoke is easy, his burden light.

When have you changed a long-held opinion or attitude? Did your faith play a role?

Yo Te Daré Alivio

Cómo reaccionamos cuando nuestras expectativas no se realizan? ¿Nos burlamos y nos retiramos a nuestras ideas preconcebidas? ¿O cambiamos valientemente nuestra opinión o actitud? La gente que se encontró con Jesús típicamente tenían sus expectativas hechas trizas. Sus vecinos no esperaban nada estremecedor del hijo del carpintero, por lo que lo rechazaron de inmediato. Escribas y fariseos lo condenaron porque comía con los pecadores, realizaba sanaciones los sábados y perdonaba pecadores. Mucha gente sabia y erudita, esperando un Mesías que los liberara del yugo del gobierno romano, rechazaron al que era “manso y humilde de corazón” (Mateo 11:29), uno que desterraría el arco del guerrero a favor de traer la paz a las naciones. Pero para aquellos “pequeños” que estaban dispuestos a creer y aceptarlo, Dios el Padre y Dios el Hijo fueron revelados. Pablo diría que esto significa cambiar de vivir según la carne a vivir según el espíritu. Requiere transformarse del sí mismo anterior a uno nuevo, rindiéndose al Espíritu Santo. Puede ser difícil hacer tal conversión, pero la recompensa es grande. Después de todo, su yugo es fácil, su carga ligera.

¿Cuándo has cambiado tu opinión o actitud? ¿Tu fe jugó un papel en este cambio?

 

Have You Take Up Your Cross?

06-28-2020Weekly ReflectionWe Celebrate Worship Resource, Vol. 45, No. 2

The cost is great, but the reward is greater. One could say this about any of the scenarios presented in today’s readings. The childless woman and her husband furnished a room where Elisha could stay when he came to town. It may have been a modest space, but it was a generous gesture, along with the meals she served him. Elisha rewards her by promising her that despite the couple’s age she would bear a son. Paul describes a much greater cost in his letter to the Romans and this one applies to us all. To be baptized in Jesus’ name means also being baptized into his death. Jesus’ death, after all, was violent and agonizing because he selflessly chose to submit himself to his Father’s will. But it also means that we will live eternally with him “in newness of life” (Romans 6:4). In the Gospel, Jesus challenges his disciples to commit themselves to his mission, insisting that they need to take up their crosses to be worthy of following him. But he promises them that if they give up control over their lives for his sake they will find everlasting life in the kingdom of God. A high cost indeed, but an even higher reward.

What sacrifice are you willing to make for your commitment to the Lord?

¿Has Tomado tu Cruz?

El costo es grande, pero la recompensa es mayor. Se podría decir esto sobre cualquiera de los escenarios presentados en las lecturas de hoy. La mujer sin hijos y su esposo amueblaron una habitación donde Eliseo podía quedarse cuando llegara a la ciudad. Puede haber sido un espacio modesto, pero fue un gesto generoso, junto con las comidas que ella le sirvió. Eliseo la recompensa prometiéndole que, a pesar de la edad de la pareja, tendría un hijo. Pablo describe un costo mucho mayor en su carta a los romanos y este se aplica a todos nosotros. Ser bautizado en el nombre de Jesús significa también ser bautizado en su muerte. La muerte de Jesús, después de todo, fue violenta y agonizante porque eligió desinteresadamente someterse a la voluntad de su Padre. Pero también significa que viviremos eternamente con él "en novedad de vida" (Romanos 6: 4). En el Evangelio, Jesús desafía a sus discípulos a comprometerse con su misión, insistiendo en que necesitan tomar sus cruces para ser dignos de seguirlo. Pero les promete que si renuncian al control de sus vidas por su bien, encontrarán vida eterna en el reino de Dios. Un costo realmente alto, pero una recompensa aún mayor.

¿Qué sacrificio estás dispuesto a hacer por tu compromiso con el Señor?

The Lord is with Me

06-21-2020Weekly ReflectionWe Celebrate Worship Resource, Vol. 45, No. 2

We have been spoiled lately, celebrating the solemnities of Pentecost, the Holy Trinity, and the Body and Blood of Christ and hearing readings that reflect their joy. Today we are plunged back into the Sundays in Ordinary Time, where we are swiftly reminded that life can be difficult and even dangerous, leaving us in need of reassurance and comfort. Jeremiah faced opposition all around; even his friends had turned on him. Both Paul and the church in Rome were in danger of persecution. Jesus was about to send his disciples out to villages where he knows they will encounter rejection. Yet they all find courage in God. Jeremiah assures himself, “But the Lord is with me, like a mighty champion” (Jeremiah 20:11). Paul writes that as terrible and pervasive as sin is, God’s grace an Jesus’ salvific act overflow for the multitudes. Finally, Jesus comforts his disciples, telling them that if God knows and cares for even the tiniest sparrow (the least expensive living thing in the market), they should have nothing to fear. Therefore, no matter how overwhelming our fears are, we can still sing out, “Lord, in your great love, answer me,” confident that our pleas are heard (Psalm 69:14c).

What fears can you place in God’s hands, assured of God’s overflowing care?

 El Señor Está a Mi Lado

Hemos sido mimados últimamente, celebrando las solemnidades de Pentecostés, la Santísima Trinidad y el Cuerpo y la Sangre de Cristo y escuchando lecturas que reflejan su alegría. Hoy volvemos a los domingos en el tiempo ordinario, donde se nos recuerda rápidamente que la vida puede ser difícil e incluso peligrosa, dejándonos necesitados de tranquilidad y comodidad. Jeremías enfrentó oposición por todas partes; incluso sus amigos se habían vuelto contra él. Tanto Pablo como la iglesia en Roma estaban en peligro de persecución. Jesús estaba a punto de enviar a sus discípulos a aldeas donde sabe que se encontrarán con el rechazo. Sin embargo, todos encuentran coraje en Dios. Jeremías se asegura a sí mismo: "Pero el Señor está conmigo, como un poderoso campeón" (Jeremías 20:11). Pablo escribe que, tan terrible y penetrante como el pecado, la gracia de Dios y el acto salvífico de Jesús desbordan para las multitudes. Finalmente, Jesús consuela a sus discípulos, diciéndoles que si Dios conoce y se preocupa por el gorrión más pequeño (el ser vivo menos costoso del mercado), no deberían tener nada que temer. Por lo tanto, no importa cuán abrumadores sean nuestros temores, aún podemos cantar: "Señor, en tu gran amor, respóndeme", confiando en que nuestras súplicas se escuchen (Salmo 69: 14c).

¿Qué temores puedes poner en las manos de Dios, seguro del cuidado desbordante de Dios?

Jesus: Our Bread from Heaven

06-14-2020Weekly ReflectionWe Celebrate Worship Resource, Vol. 45, No. 2

Twice in today’s first reading Moses points out to the Chosen People that manna, the bread from heaven that sustained them in the desert, was previously an “unknown” food, foreign to them and their ancestors (Deuteronomy 8:3, 16). For their journey to a new land, the Promised Land, God provided a new food. This was possible, since God is the source of all creation. Jesus creates a new food as well, transforming bread and wine into his body and blood. Like manna, it will sustain us on a journey, this time on a journey to eternal life. As with the Israelites’ journey, the sustenance is not just in the bread, but in God’s promise. Jesus promises the crowd that by eating his flesh and drinking his blood, they will have life within them. Paul refers to the fellowship created by breaking bread with others in that culture. Providing food and dining together create a bond. In the desert it created a bond between God and the Chosen People. In the Eucharist, it creates a bond between us and him whom we consume. Moreover, it creates a bond with each other as well. Jesus truly is our bread come down from heaven.

What are the implications of the bond we make with God and each other when we share together in Eucharist?

Jesús: Nuestro Pan Del Cielo

Dos veces en la primera lectura de hoy, Moisés señala al pueblo elegido que el maná, el pan del cielo que los sostenía en el desierto, era anteriormente un alimento “desconocido”, extraño para ellos y sus antepasado (Deuteronomio 8:3, 16). Para su viaje a una nueva tierra, la Tierra Prometida, Dios les proporcionó un nuevo alimento. Esto fue posible, ya que Dios es la fuente de toda la creación. Jesús también crea un nuevo alimento, transformando pan y vino en su cuerpo y sangre. Como el maná, nos sostendrá en un viaje, esta vez en un viaje a la vida eterna. Al igual que con el viaje de los israelitas, el sustento no está solo en el pan, sino en la promesa de Dios. Jesús promete a la multitud que al comer su carne y beber su sangre, tendrán vida dentro de ellos. Pablo se refiere a la comunidad creada al partir el pan con otros en esa cultura. Brindar comida y cenar juntos crea un vínculo. En el desierto creó un vínculo entre Dios y el pueblo elegido. En la Eucaristía, crea un vínculo entre nosotros y aquel a quien consumimos. Además, crea un vínculo entre ellos también. Jesús verdaderamente es nuestro pan bajado del cielo.

¿Cuáles son las implicaciones del vínculo que hacemos con Dios y entre nosotros cuando compartimos juntos en la Eucaristía?

 

God's Great Love

06-07-2020Weekly ReflectionWe Celebrate Worship Resource, Vol. 45, No. 2

Today's readings are especially short, but it’s hard to imagine a trio of scriptural passages that better emphasize the generosity of God. In the first reading, God reveals the divine name, Lord, along with the meaning of that name to Moses on Mount Sinai. Every component of the description of the word “Lord” reveals God’s generosity. God is generous with mercy, graciousness, patience (“slow to anger”), kindness, and fidelity (Exodus 34:6). This is who God is. Paul concludes his second letter to the Corinthians by describing God as “the God of love and peace,” two gifts that God freely offers to all humankind (2 Corinthians 13:11). Of course, the pinnacle of God’s generosity comes in the gift of Jesus. God first gave him to be born into the world, then gave him over to death in order to redeem a world unable to do it for itself. Finally, God gives us the Holy Spirit to remain with us forever. In celebrating the Trinity today, we realize God’s supreme generosity.

How do you respond to others’ generosity? To God’s?

 

El Gran Amor De Dios

Las lecturas de hoy son especialmente cortas, pero es difícil imaginar un trío de pasajes de las Escrituras que enfaticen mejor la generosidad de Dios. En la primera lectura, Dios revela el nombre divino, Señor, junto con el significado de ese nombre a Moisés en el Monte Sinaí. Cada componente de la descripción de la palabra "Señor" revela la generosidad de Dios. Dios es generoso con misericordia, gracia, paciencia ("lento para la ira"), amabilidad y fidelidad (Éxodo 34: 6). Este es quien es Dios. Pablo concluye su segunda carta a los Corintios describiendo a Dios como "el Dios del amor y la paz", dos dones que Dios ofrece libremente a toda la humanidad (2 Corintios 13:11). Por supuesto, el pináculo de la generosidad de Dios viene en el don de Jesús. Dios primero le dio a él para que naciera en el mundo, luego lo entregó a la muerte para redimir un mundo incapaz de hacerlo por sí mismo. Finalmente, Dios nos da el Espíritu Santo para permanecer con nosotros para siempre. Al celebrar la Trinidad hoy, nos damos cuenta de la suprema generosidad de Dios.

¿Cómo respondes a la generosidad de los demás? ¿A Dios?

Let the Holy Spirit Guide You

05-31-2020Weekly ReflectionWe Celebrate Worship Resource, Vol. 45, No. 2

Comprehension of speech is pretty much dependent on two people: the speaker and the listener. Even if the two speak a common language, the listener may have difficulty understanding if the speaker has a heavy accent. This dynamic comes into play in Luke’s account of Pentecost. Filled with the Holy Spirit, the disciples were able to speak in different tongues. This attracted people from over a dozen regions, each one able to hear them “speaking in (their) own tongues of the might acts of God” (Acts 2:11). In order to comprehend what they were hearing, they must have overcome the difficulty of understanding someone speaking their own language with a foreign accent. After all, even with the disciples inside a house the crowd recognized their voices as Galilean, which we know was a distinctive accent because it had given Peter away when he denied knowing Jesus. Yet they were still able to comprehend the meaning of their words. Saint Paul’s letter to the Corinthians lists some examples of the different gifts the Holy Spirit brings, including both “varieties of tongues” and “interpretation of tongues” (1 Corinthians 12:10). Speaker and listener are each blessed by the Spirit. May the Holy Spirit bring us insight and comprehension as we listen to the word of God.

How does the Holy Spirit help you to hear, understand, and express the word of God?

Deja Sue el Espíritu Santo te Guíe

La comprensión del habla depende en gran medida de dos personas: el orador y el oyente. Incluso si los dos hablan un idioma común, el oyente puede tener dificultades para entender si el orador tiene un fuerte acento. Esta dinámica entra en juego en el relato de Pentecostés de Lucas. Llenos del Espíritu Santo, los discípulos pudieron hablar en lenguas diferentes. Esto atrajo a personas de más de una docena de regiones, cada una capaz de oír “hablar de las maravillas de Dios en su propia lengua” (Hechos 2:11). Para comprender lo que estaban escuchando, deben haber superado la dificultad de entender a alguien que habla su propio idioma con acento extranjero. Después de todo, incluso con los discípulos dentro de una casa, la multitud reconoció sus voces como galileanas, lo que sabemos que era un acento distintivo porque había delatado a Pedro cuando negó conocer a Jesús. Sin embargo, aún podían comprender el significado de sus palabras. La carta de San Pablo a los Corintios enumera algunos ejemplos de los diferentes dones que trae el Espíritu Santo, incluyendo tanto “diversos géneros de lenguas” como “interpretación de lenguas” (1 Corintios 12:10). El orador y el oyente son bendecidos por el Espíritu. Que el Espíritu Santo nos traiga perspicacia y comprensión mientras escuchamos la palabra de Dios.

¿Cómo te ayuda el Espíritu Santo a escuchar, comprender y expresar la palabra de Dios?

I Am With You Always Until The End

05-24-2020Weekly ReflectionWe Celebrate Worship Resource, Vol. 45, No. 2

Whenever there is doubt about something that happened, you hope that there were witnesses. When a contract is signed or a couple gets married, there need to be witnesses. As Jesus bids farewell to his disciples he instructs them to “be my witnesses...to the ends of the earth” (Acts 1:8). Because they did so, the early church, the body of Christ as Paul calls it, grew and flourished despite the persecution it suffered for many years. The disciples who had worked with Jesus became witnesses who testified in Jesus’ name. But it did not end with them, for others who had not personally encountered Jesus in the flesh were commissioned to witness as well. How were they able to witness, even with the power of the Holy Spirit that Jesus promised? The last line of the Gospel reveals the answer: “I am with you always” (Mathew 28:20). Jesus was not just with the disciples who knew him before his death and resurrection, he was with the early church, and he is still with us now. Therefore, we are to be his witnesses also, testifying to his presence in us, in others, in the Eucharist. We can do this, for “all power in heaven and on earth” is behind us (28:18).

How can you be a witness to Jesus’ presence here and now?

Yo Estaré Con Ustedes Hasta El Final

Siempre que hay dudas sobre algo que sucedió, esperas que hayan testigos. Cuando se firma un contrato o una pareja se casa, es necesario que hayan testigos. Cuando Jesús se despide de sus discípulos, les instruye que “sean mis testigos... hasta los últimos rincones de la tierra” (Hechos 1:8). Porque así lo hicieron, la iglesia primitiva, el cuerpo de Cristo como lo llama Pablo, creció y floreció a pesar de la persecución que sufrió durante muchos años. Los discípulos que habían trabajado con Jesús se convirtieron en testigos que testificaron en el nombre de Jesús. Pero no terminó con ellos, ya que otros que no se habían encontrado personalmente con Jesús en la carne también fueron comisionados para testificar. ¿Cómo pudieron testificar, incluso con el poder del Espíritu Santo que Jesús prometió? La última línea del Evangelio revela la respuesta: “Yo estaré con ustedes” (Mateo 28:20). Jesús no solo estaba con los discípulos que lo conocieron antes de su muerte y resurrección, estaba con la iglesia primitiva y todavía está con nosotros ahora. Por lo tanto, debemos ser sus testigos también, testificando su presencia en nosotros, en otros, en la Eucaristía. Podemos hacer esto, porque “todo poder en el cielo y en la tierra” está con nosotros (28:18).

¿Cómo puedes ser testigo de la presencia de Jesús aquí y ahora?

Connected by Love

05-17-2020Weekly ReflectionWe Celebrate Worship Resource, Vol. 45, No. 2

We are all connected. John tells us in the Gospel that through Jesus and the Holy Spirit, we are not orphaned. We are connected with our fellow believers and with God. Before that, we hear that Philip, whose commissioning was proclaimed last Sunday, decides to go to Samaria, of all places. Recall that Jesus purposely chose a Samaritan to illustrate what it means to be a neighbor, caring for the injured man who had been ignored by his own people. The Samaritans welcome Philip and accept God’s word. As a sign of unity within the early church, Peter and John, two of the Twelve, travel to Samaria to call down the holy spirit on all those who had been baptized into the faith. The Samaritans, once regarded as outcasts, are now connected to the disciples, the apostles, Jesus, and the Holy Spirit. What is the glue that holds all of them (and us) together? It is love. It is love that leads one to want to keep Jesus’ commandments, love that binds each person of the Trinity, love that reveals the presence of Jesus to others. Indeed, in this love we “sanctify Christ as Lord in (our) hearts” (1 Peter 3:15).

How does your connectedness to your neighbor affect the way you treat others?

Conectados por Amor

Todos estamos conectados. Juan nos dice en el Evangelio que a través de Jesús y el Espíritu Santo, no estamos huérfanos. Estamos conectados con nuestros compañeros creyentes y con Dios. Antes de eso, escuchamos que Felipe, cuya comisión fue proclamada el domingo pasado, decide ir a Samaria, de todos los lugares. Recuerda que Jesús eligió en propósito a un samaritano para ilustrar lo que significa ser un vecino, cuidando al hombre herido que había sido ignorado por su propia gente. Los samaritanos dan la bienvenida a Felipe y aceptan la palabra de Dios. Como un signo de unidad dentro de la iglesia primitiva, Pedro y Juan, dos de los Doce, viajan a Samaria para invocar al Espíritu Santo sobre todos los que han sido bautizados en la fe. Los samaritanos, una vez considerados marginados, ahora están conectados con los discípulos, los apóstoles, Jesús y el Espíritu Santo. ¿Cuál es el pegamento que los mantiene unidos a todos (y a nosotros)? Es amor. Es el amor lo que lleva a uno a querer guardar los mandamientos de Jesús, el amor que une a cada persona de la Trinidad, el amor que revela la presencia de Jesús a los demás. De hecho, en este amor “veneramos a Cristo como Señor en (nuestros) corazones” (1 Pedro 3:15).

¿Cómo afecta tu conexión con tu prójimo la forma en que tratas a los demás?

Let Jesus Guide your Way

05-10-2020Weekly ReflectionWe Celebrate Worship Resource, Vol. 45, No. 2

Today’s Gospel passage takes place at the Last Supper, when Jesus tells his disciples that he will be leaving them. No wonder he starts by reassuring them, “Do not let your hearts be troubled” (John 14:1). But Thomas’ heart was troubled, for he thought that the way Jesus was going was unknowable. Jesus assures him, “I am the way and the truth and the life” (John 14:6). There is no reason to be troubled, Jesus shows us the way. He is the way. He also guides us to the truth, something a troubled Pilate never understood. Finally, he is the life. As he often explained to his disciples, they would find life in being willing to lose it, just as he soon would. In Jesus we have our path, our certainty, our very being. We trust that he will guide us home. In fact, since Jesus is already in us, we are already home. As Peter says, we can be “a spiritual house” (1 Peter 2:5), welcoming those in need; as the disciples did in Jerusalem. Therefore, we celebrate Easter not just for a single day or even for just a season, but always. Every day, the risen Lord guides our way.

How does Jesus guide your way? How can his presence within you lead you to accomplish great works?

Deja que Jesús Guié tu Camino

El pasaje del Evangelio de hoy toma lugar en la Última Cena, cuando Jesús les dice a sus discípulos que los dejará. No es de extrañar que comience asegurándoles: “No se turbe vuestro corazón” (Juan 14:1). Pero el corazón de Tomás estaba preocupado, porque pensó que la forma en que Jesús procedía era desconocida. Jesús le asegura: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6). No hay razón para preocuparse, Jesús nos muestra el camino. Él es el camino. También nos guía a la verdad, algo que el desconcertado de Pilato nunca entendió. Finalmente, Él es la vida. Como a menudo explicaba a sus discípulos, encontrarían la vida estando dispuestos a perderla, tal como Él pronto lo haría. En Jesús tenemos nuestro camino, nuestra certeza, nuestro propio ser. Confiamos en que nos guiará a casa. De hecho, como Jesús ya está en nosotros, ya estamos en casa. Como dice Pedro, podemos ser “una casa espiritual” (1 Pedro 2:5), dando la bienvenida a los necesitados; como lo hicieron los discípulos en Jerusalén. Por lo tanto, celebramos la Pascua no solo por un solo día o incluso solo por una temporada, sino por siempre. Todos los días, el Señor resucitado guía nuestro camino.

¿Cómo guía Jesús tu camino? ¿Cómo puede su presencia dentro de ti llevarte a realizar grandes obras?

Live an Abundant Life

05-03-2020Weekly ReflectionWe Celebrate Worship Resource, Vol. 45, No. 2

Jesus is the Good Shepherd, as we well know, though the Gospel we hear today ends just before he makes that assertion. Instead, in today's Gospel Jesus says twice, "I am the gate" (John 10:7, 9). Jesus is not only the one who leads the sheep to pasture, protects them from harm, and cares for them as his own. He is also the one who provides a way for them to go out for sustenance and exercise, then come in for safety and rest. How does the gate function for us? Peter's speech in the first reading gives us a clue. He speaks to the people of Jerusalem, many of whom probably had shouted "Crucify him!" when Jesus was on trial. Peter tells them, "Repent and be baptized" (Acts 2:38), and receive forgiveness and the Holy Spirit. He knows this personally, for he too let Jesus down, denying him three times. Through the risen Lord, he received forgiveness and the Holy Spirit. We too repent and ask for forgiveness. Jesus, the gate, welcomes us home so we may "have life and have it more abundantly" (John 10:10).

How do you imagine having life more abundantly?

Vive la Vida en Abundancia

Jesús es el Buen Pastor, como bien sabemos, aunque el Evangelio que escuchamos hoy termina justo antes de hacer esa afirmación. En cambio, en el Evangelio de hoy, Jesús dice dos veces:"Yo soy la puerta" (Juan 10:7, 9). Jesús no es solo el que lleva a las ovejas al pasto, las protege del daño y las cuida como si fueran suyas. Él también es quien les proporciona una forma de salir para sustento y ejercicio, y luego la entrada para seguridad y descanso. ¿Cómo funciona esta puerta para nosotros? El discurso de Pedro en la primera lectura nos da una pista. Él le habla al pueblo de Jerusalén, muchos de los cuales probablemente habían gritado "¡Crucifícalo!" cuando Jesús estaba en juicio. Pedro les dice: "Arrepiéntanse y sean bautícese" (Hechos 2:38), y reciban el perdón y el Espíritu Santo. Él lo sabe personalmente, porque él también decepcionó a Jesús, negándolo tres veces. A través del Señor resucitado, recibió el perdón y el Espíritu Santo. También nos arrepentimos y pedimos perdón. Jesús, la puerta, nos da la bienvenida a casa para que podamos "tener vida y tenerla en abundancia" (Juan 10:10).

¿Cómo te imaginas tener una vida más abundante?

Have You Take Up Your Cross?

06-28-2020Weekly ReflectionWe Celebrate Worship Resource, Vol. 45, No. 2

The cost is great, but the reward is greater. One could say this about any of the scenarios presented in today’s readings. The childless woman and her husband furnished a room where Elisha could stay when he came to town. It may have been a modest space, but it was a generous gesture, along with the meals she served him. Elisha rewards her by promising her that despite the couple’s age she would bear a son. Paul describes a much greater cost in his letter to the Romans and this one applies to us all. To be baptized in Jesus’ name means also being baptized into his death. Jesus’ death, after all, was violent and agonizing because he selflessly chose to submit himself to his Father’s will. But it also means that we will live eternally with him “in newness of life” (Romans 6:4). In the Gospel, Jesus challenges his disciples to commit themselves to his mission, insisting that they need to take up their crosses to be worthy of following him. But he promises them that if they give up control over their lives for his sake they will find everlasting life in the kingdom of God. A high cost indeed, but an even higher reward.

What sacrifice are you willing to make for your commitment to the Lord?

¿Has Tomado tu Cruz?

El costo es grande, pero la recompensa es mayor. Se podría decir esto sobre cualquiera de los escenarios presentados en las lecturas de hoy. La mujer sin hijos y su esposo amueblaron una habitación donde Eliseo podía quedarse cuando llegara a la ciudad. Puede haber sido un espacio modesto, pero fue un gesto generoso, junto con las comidas que ella le sirvió. Eliseo la recompensa prometiéndole que, a pesar de la edad de la pareja, tendría un hijo. Pablo describe un costo mucho mayor en su carta a los romanos y este se aplica a todos nosotros. Ser bautizado en el nombre de Jesús significa también ser bautizado en su muerte. La muerte de Jesús, después de todo, fue violenta y agonizante porque eligió desinteresadamente someterse a la voluntad de su Padre. Pero también significa que viviremos eternamente con él "en novedad de vida" (Romanos 6: 4). En el Evangelio, Jesús desafía a sus discípulos a comprometerse con su misión, insistiendo en que necesitan tomar sus cruces para ser dignos de seguirlo. Pero les promete que si renuncian al control de sus vidas por su bien, encontrarán vida eterna en el reino de Dios. Un costo realmente alto, pero una recompensa aún mayor.

¿Qué sacrificio estás dispuesto a hacer por tu compromiso con el Señor?

The Lord is with Me

06-21-2020Weekly ReflectionWe Celebrate Worship Resource, Vol. 45, No. 2

We have been spoiled lately, celebrating the solemnities of Pentecost, the Holy Trinity, and the Body and Blood of Christ and hearing readings that reflect their joy. Today we are plunged back into the Sundays in Ordinary Time, where we are swiftly reminded that life can be difficult and even dangerous, leaving us in need of reassurance and comfort. Jeremiah faced opposition all around; even his friends had turned on him. Both Paul and the church in Rome were in danger of persecution. Jesus was about to send his disciples out to villages where he knows they will encounter rejection. Yet they all find courage in God. Jeremiah assures himself, “But the Lord is with me, like a mighty champion” (Jeremiah 20:11). Paul writes that as terrible and pervasive as sin is, God’s grace an Jesus’ salvific act overflow for the multitudes. Finally, Jesus comforts his disciples, telling them that if God knows and cares for even the tiniest sparrow (the least expensive living thing in the market), they should have nothing to fear. Therefore, no matter how overwhelming our fears are, we can still sing out, “Lord, in your great love, answer me,” confident that our pleas are heard (Psalm 69:14c).

What fears can you place in God’s hands, assured of God’s overflowing care?

 El Señor Está a Mi Lado

Hemos sido mimados últimamente, celebrando las solemnidades de Pentecostés, la Santísima Trinidad y el Cuerpo y la Sangre de Cristo y escuchando lecturas que reflejan su alegría. Hoy volvemos a los domingos en el tiempo ordinario, donde se nos recuerda rápidamente que la vida puede ser difícil e incluso peligrosa, dejándonos necesitados de tranquilidad y comodidad. Jeremías enfrentó oposición por todas partes; incluso sus amigos se habían vuelto contra él. Tanto Pablo como la iglesia en Roma estaban en peligro de persecución. Jesús estaba a punto de enviar a sus discípulos a aldeas donde sabe que se encontrarán con el rechazo. Sin embargo, todos encuentran coraje en Dios. Jeremías se asegura a sí mismo: "Pero el Señor está conmigo, como un poderoso campeón" (Jeremías 20:11). Pablo escribe que, tan terrible y penetrante como el pecado, la gracia de Dios y el acto salvífico de Jesús desbordan para las multitudes. Finalmente, Jesús consuela a sus discípulos, diciéndoles que si Dios conoce y se preocupa por el gorrión más pequeño (el ser vivo menos costoso del mercado), no deberían tener nada que temer. Por lo tanto, no importa cuán abrumadores sean nuestros temores, aún podemos cantar: "Señor, en tu gran amor, respóndeme", confiando en que nuestras súplicas se escuchen (Salmo 69: 14c).

¿Qué temores puedes poner en las manos de Dios, seguro del cuidado desbordante de Dios?

Jesus: Our Bread from Heaven

06-14-2020Weekly ReflectionWe Celebrate Worship Resource, Vol. 45, No. 2

Twice in today’s first reading Moses points out to the Chosen People that manna, the bread from heaven that sustained them in the desert, was previously an “unknown” food, foreign to them and their ancestors (Deuteronomy 8:3, 16). For their journey to a new land, the Promised Land, God provided a new food. This was possible, since God is the source of all creation. Jesus creates a new food as well, transforming bread and wine into his body and blood. Like manna, it will sustain us on a journey, this time on a journey to eternal life. As with the Israelites’ journey, the sustenance is not just in the bread, but in God’s promise. Jesus promises the crowd that by eating his flesh and drinking his blood, they will have life within them. Paul refers to the fellowship created by breaking bread with others in that culture. Providing food and dining together create a bond. In the desert it created a bond between God and the Chosen People. In the Eucharist, it creates a bond between us and him whom we consume. Moreover, it creates a bond with each other as well. Jesus truly is our bread come down from heaven.

What are the implications of the bond we make with God and each other when we share together in Eucharist?

Jesús: Nuestro Pan Del Cielo

Dos veces en la primera lectura de hoy, Moisés señala al pueblo elegido que el maná, el pan del cielo que los sostenía en el desierto, era anteriormente un alimento “desconocido”, extraño para ellos y sus antepasado (Deuteronomio 8:3, 16). Para su viaje a una nueva tierra, la Tierra Prometida, Dios les proporcionó un nuevo alimento. Esto fue posible, ya que Dios es la fuente de toda la creación. Jesús también crea un nuevo alimento, transformando pan y vino en su cuerpo y sangre. Como el maná, nos sostendrá en un viaje, esta vez en un viaje a la vida eterna. Al igual que con el viaje de los israelitas, el sustento no está solo en el pan, sino en la promesa de Dios. Jesús promete a la multitud que al comer su carne y beber su sangre, tendrán vida dentro de ellos. Pablo se refiere a la comunidad creada al partir el pan con otros en esa cultura. Brindar comida y cenar juntos crea un vínculo. En el desierto creó un vínculo entre Dios y el pueblo elegido. En la Eucaristía, crea un vínculo entre nosotros y aquel a quien consumimos. Además, crea un vínculo entre ellos también. Jesús verdaderamente es nuestro pan bajado del cielo.

¿Cuáles son las implicaciones del vínculo que hacemos con Dios y entre nosotros cuando compartimos juntos en la Eucaristía?

 

God's Great Love

06-07-2020Weekly ReflectionWe Celebrate Worship Resource, Vol. 45, No. 2

Today's readings are especially short, but it’s hard to imagine a trio of scriptural passages that better emphasize the generosity of God. In the first reading, God reveals the divine name, Lord, along with the meaning of that name to Moses on Mount Sinai. Every component of the description of the word “Lord” reveals God’s generosity. God is generous with mercy, graciousness, patience (“slow to anger”), kindness, and fidelity (Exodus 34:6). This is who God is. Paul concludes his second letter to the Corinthians by describing God as “the God of love and peace,” two gifts that God freely offers to all humankind (2 Corinthians 13:11). Of course, the pinnacle of God’s generosity comes in the gift of Jesus. God first gave him to be born into the world, then gave him over to death in order to redeem a world unable to do it for itself. Finally, God gives us the Holy Spirit to remain with us forever. In celebrating the Trinity today, we realize God’s supreme generosity.

How do you respond to others’ generosity? To God’s?

 

El Gran Amor De Dios

Las lecturas de hoy son especialmente cortas, pero es difícil imaginar un trío de pasajes de las Escrituras que enfaticen mejor la generosidad de Dios. En la primera lectura, Dios revela el nombre divino, Señor, junto con el significado de ese nombre a Moisés en el Monte Sinaí. Cada componente de la descripción de la palabra "Señor" revela la generosidad de Dios. Dios es generoso con misericordia, gracia, paciencia ("lento para la ira"), amabilidad y fidelidad (Éxodo 34: 6). Este es quien es Dios. Pablo concluye su segunda carta a los Corintios describiendo a Dios como "el Dios del amor y la paz", dos dones que Dios ofrece libremente a toda la humanidad (2 Corintios 13:11). Por supuesto, el pináculo de la generosidad de Dios viene en el don de Jesús. Dios primero le dio a él para que naciera en el mundo, luego lo entregó a la muerte para redimir un mundo incapaz de hacerlo por sí mismo. Finalmente, Dios nos da el Espíritu Santo para permanecer con nosotros para siempre. Al celebrar la Trinidad hoy, nos damos cuenta de la suprema generosidad de Dios.

¿Cómo respondes a la generosidad de los demás? ¿A Dios?

Let the Holy Spirit Guide You

05-31-2020Weekly ReflectionWe Celebrate Worship Resource, Vol. 45, No. 2

Comprehension of speech is pretty much dependent on two people: the speaker and the listener. Even if the two speak a common language, the listener may have difficulty understanding if the speaker has a heavy accent. This dynamic comes into play in Luke’s account of Pentecost. Filled with the Holy Spirit, the disciples were able to speak in different tongues. This attracted people from over a dozen regions, each one able to hear them “speaking in (their) own tongues of the might acts of God” (Acts 2:11). In order to comprehend what they were hearing, they must have overcome the difficulty of understanding someone speaking their own language with a foreign accent. After all, even with the disciples inside a house the crowd recognized their voices as Galilean, which we know was a distinctive accent because it had given Peter away when he denied knowing Jesus. Yet they were still able to comprehend the meaning of their words. Saint Paul’s letter to the Corinthians lists some examples of the different gifts the Holy Spirit brings, including both “varieties of tongues” and “interpretation of tongues” (1 Corinthians 12:10). Speaker and listener are each blessed by the Spirit. May the Holy Spirit bring us insight and comprehension as we listen to the word of God.

How does the Holy Spirit help you to hear, understand, and express the word of God?

Deja Sue el Espíritu Santo te Guíe

La comprensión del habla depende en gran medida de dos personas: el orador y el oyente. Incluso si los dos hablan un idioma común, el oyente puede tener dificultades para entender si el orador tiene un fuerte acento. Esta dinámica entra en juego en el relato de Pentecostés de Lucas. Llenos del Espíritu Santo, los discípulos pudieron hablar en lenguas diferentes. Esto atrajo a personas de más de una docena de regiones, cada una capaz de oír “hablar de las maravillas de Dios en su propia lengua” (Hechos 2:11). Para comprender lo que estaban escuchando, deben haber superado la dificultad de entender a alguien que habla su propio idioma con acento extranjero. Después de todo, incluso con los discípulos dentro de una casa, la multitud reconoció sus voces como galileanas, lo que sabemos que era un acento distintivo porque había delatado a Pedro cuando negó conocer a Jesús. Sin embargo, aún podían comprender el significado de sus palabras. La carta de San Pablo a los Corintios enumera algunos ejemplos de los diferentes dones que trae el Espíritu Santo, incluyendo tanto “diversos géneros de lenguas” como “interpretación de lenguas” (1 Corintios 12:10). El orador y el oyente son bendecidos por el Espíritu. Que el Espíritu Santo nos traiga perspicacia y comprensión mientras escuchamos la palabra de Dios.

¿Cómo te ayuda el Espíritu Santo a escuchar, comprender y expresar la palabra de Dios?

I Am With You Always Until The End

05-24-2020Weekly ReflectionWe Celebrate Worship Resource, Vol. 45, No. 2

Whenever there is doubt about something that happened, you hope that there were witnesses. When a contract is signed or a couple gets married, there need to be witnesses. As Jesus bids farewell to his disciples he instructs them to “be my witnesses...to the ends of the earth” (Acts 1:8). Because they did so, the early church, the body of Christ as Paul calls it, grew and flourished despite the persecution it suffered for many years. The disciples who had worked with Jesus became witnesses who testified in Jesus’ name. But it did not end with them, for others who had not personally encountered Jesus in the flesh were commissioned to witness as well. How were they able to witness, even with the power of the Holy Spirit that Jesus promised? The last line of the Gospel reveals the answer: “I am with you always” (Mathew 28:20). Jesus was not just with the disciples who knew him before his death and resurrection, he was with the early church, and he is still with us now. Therefore, we are to be his witnesses also, testifying to his presence in us, in others, in the Eucharist. We can do this, for “all power in heaven and on earth” is behind us (28:18).

How can you be a witness to Jesus’ presence here and now?

Yo Estaré Con Ustedes Hasta El Final

Siempre que hay dudas sobre algo que sucedió, esperas que hayan testigos. Cuando se firma un contrato o una pareja se casa, es necesario que hayan testigos. Cuando Jesús se despide de sus discípulos, les instruye que “sean mis testigos... hasta los últimos rincones de la tierra” (Hechos 1:8). Porque así lo hicieron, la iglesia primitiva, el cuerpo de Cristo como lo llama Pablo, creció y floreció a pesar de la persecución que sufrió durante muchos años. Los discípulos que habían trabajado con Jesús se convirtieron en testigos que testificaron en el nombre de Jesús. Pero no terminó con ellos, ya que otros que no se habían encontrado personalmente con Jesús en la carne también fueron comisionados para testificar. ¿Cómo pudieron testificar, incluso con el poder del Espíritu Santo que Jesús prometió? La última línea del Evangelio revela la respuesta: “Yo estaré con ustedes” (Mateo 28:20). Jesús no solo estaba con los discípulos que lo conocieron antes de su muerte y resurrección, estaba con la iglesia primitiva y todavía está con nosotros ahora. Por lo tanto, debemos ser sus testigos también, testificando su presencia en nosotros, en otros, en la Eucaristía. Podemos hacer esto, porque “todo poder en el cielo y en la tierra” está con nosotros (28:18).

¿Cómo puedes ser testigo de la presencia de Jesús aquí y ahora?

Connected by Love

05-17-2020Weekly ReflectionWe Celebrate Worship Resource, Vol. 45, No. 2

We are all connected. John tells us in the Gospel that through Jesus and the Holy Spirit, we are not orphaned. We are connected with our fellow believers and with God. Before that, we hear that Philip, whose commissioning was proclaimed last Sunday, decides to go to Samaria, of all places. Recall that Jesus purposely chose a Samaritan to illustrate what it means to be a neighbor, caring for the injured man who had been ignored by his own people. The Samaritans welcome Philip and accept God’s word. As a sign of unity within the early church, Peter and John, two of the Twelve, travel to Samaria to call down the holy spirit on all those who had been baptized into the faith. The Samaritans, once regarded as outcasts, are now connected to the disciples, the apostles, Jesus, and the Holy Spirit. What is the glue that holds all of them (and us) together? It is love. It is love that leads one to want to keep Jesus’ commandments, love that binds each person of the Trinity, love that reveals the presence of Jesus to others. Indeed, in this love we “sanctify Christ as Lord in (our) hearts” (1 Peter 3:15).

How does your connectedness to your neighbor affect the way you treat others?

Conectados por Amor

Todos estamos conectados. Juan nos dice en el Evangelio que a través de Jesús y el Espíritu Santo, no estamos huérfanos. Estamos conectados con nuestros compañeros creyentes y con Dios. Antes de eso, escuchamos que Felipe, cuya comisión fue proclamada el domingo pasado, decide ir a Samaria, de todos los lugares. Recuerda que Jesús eligió en propósito a un samaritano para ilustrar lo que significa ser un vecino, cuidando al hombre herido que había sido ignorado por su propia gente. Los samaritanos dan la bienvenida a Felipe y aceptan la palabra de Dios. Como un signo de unidad dentro de la iglesia primitiva, Pedro y Juan, dos de los Doce, viajan a Samaria para invocar al Espíritu Santo sobre todos los que han sido bautizados en la fe. Los samaritanos, una vez considerados marginados, ahora están conectados con los discípulos, los apóstoles, Jesús y el Espíritu Santo. ¿Cuál es el pegamento que los mantiene unidos a todos (y a nosotros)? Es amor. Es el amor lo que lleva a uno a querer guardar los mandamientos de Jesús, el amor que une a cada persona de la Trinidad, el amor que revela la presencia de Jesús a los demás. De hecho, en este amor “veneramos a Cristo como Señor en (nuestros) corazones” (1 Pedro 3:15).

¿Cómo afecta tu conexión con tu prójimo la forma en que tratas a los demás?

Let Jesus Guide your Way

05-10-2020Weekly ReflectionWe Celebrate Worship Resource, Vol. 45, No. 2

Today’s Gospel passage takes place at the Last Supper, when Jesus tells his disciples that he will be leaving them. No wonder he starts by reassuring them, “Do not let your hearts be troubled” (John 14:1). But Thomas’ heart was troubled, for he thought that the way Jesus was going was unknowable. Jesus assures him, “I am the way and the truth and the life” (John 14:6). There is no reason to be troubled, Jesus shows us the way. He is the way. He also guides us to the truth, something a troubled Pilate never understood. Finally, he is the life. As he often explained to his disciples, they would find life in being willing to lose it, just as he soon would. In Jesus we have our path, our certainty, our very being. We trust that he will guide us home. In fact, since Jesus is already in us, we are already home. As Peter says, we can be “a spiritual house” (1 Peter 2:5), welcoming those in need; as the disciples did in Jerusalem. Therefore, we celebrate Easter not just for a single day or even for just a season, but always. Every day, the risen Lord guides our way.

How does Jesus guide your way? How can his presence within you lead you to accomplish great works?

Deja que Jesús Guié tu Camino

El pasaje del Evangelio de hoy toma lugar en la Última Cena, cuando Jesús les dice a sus discípulos que los dejará. No es de extrañar que comience asegurándoles: “No se turbe vuestro corazón” (Juan 14:1). Pero el corazón de Tomás estaba preocupado, porque pensó que la forma en que Jesús procedía era desconocida. Jesús le asegura: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6). No hay razón para preocuparse, Jesús nos muestra el camino. Él es el camino. También nos guía a la verdad, algo que el desconcertado de Pilato nunca entendió. Finalmente, Él es la vida. Como a menudo explicaba a sus discípulos, encontrarían la vida estando dispuestos a perderla, tal como Él pronto lo haría. En Jesús tenemos nuestro camino, nuestra certeza, nuestro propio ser. Confiamos en que nos guiará a casa. De hecho, como Jesús ya está en nosotros, ya estamos en casa. Como dice Pedro, podemos ser “una casa espiritual” (1 Pedro 2:5), dando la bienvenida a los necesitados; como lo hicieron los discípulos en Jerusalén. Por lo tanto, celebramos la Pascua no solo por un solo día o incluso solo por una temporada, sino por siempre. Todos los días, el Señor resucitado guía nuestro camino.

¿Cómo guía Jesús tu camino? ¿Cómo puede su presencia dentro de ti llevarte a realizar grandes obras?

Live an Abundant Life

05-03-2020Weekly ReflectionWe Celebrate Worship Resource, Vol. 45, No. 2

Jesus is the Good Shepherd, as we well know, though the Gospel we hear today ends just before he makes that assertion. Instead, in today's Gospel Jesus says twice, "I am the gate" (John 10:7, 9). Jesus is not only the one who leads the sheep to pasture, protects them from harm, and cares for them as his own. He is also the one who provides a way for them to go out for sustenance and exercise, then come in for safety and rest. How does the gate function for us? Peter's speech in the first reading gives us a clue. He speaks to the people of Jerusalem, many of whom probably had shouted "Crucify him!" when Jesus was on trial. Peter tells them, "Repent and be baptized" (Acts 2:38), and receive forgiveness and the Holy Spirit. He knows this personally, for he too let Jesus down, denying him three times. Through the risen Lord, he received forgiveness and the Holy Spirit. We too repent and ask for forgiveness. Jesus, the gate, welcomes us home so we may "have life and have it more abundantly" (John 10:10).

How do you imagine having life more abundantly?

Vive la Vida en Abundancia

Jesús es el Buen Pastor, como bien sabemos, aunque el Evangelio que escuchamos hoy termina justo antes de hacer esa afirmación. En cambio, en el Evangelio de hoy, Jesús dice dos veces:"Yo soy la puerta" (Juan 10:7, 9). Jesús no es solo el que lleva a las ovejas al pasto, las protege del daño y las cuida como si fueran suyas. Él también es quien les proporciona una forma de salir para sustento y ejercicio, y luego la entrada para seguridad y descanso. ¿Cómo funciona esta puerta para nosotros? El discurso de Pedro en la primera lectura nos da una pista. Él le habla al pueblo de Jerusalén, muchos de los cuales probablemente habían gritado "¡Crucifícalo!" cuando Jesús estaba en juicio. Pedro les dice: "Arrepiéntanse y sean bautícese" (Hechos 2:38), y reciban el perdón y el Espíritu Santo. Él lo sabe personalmente, porque él también decepcionó a Jesús, negándolo tres veces. A través del Señor resucitado, recibió el perdón y el Espíritu Santo. También nos arrepentimos y pedimos perdón. Jesús, la puerta, nos da la bienvenida a casa para que podamos "tener vida y tenerla en abundancia" (Juan 10:10).

¿Cómo te imaginas tener una vida más abundante?