Today we hear the stories of people being called unexpectedly by the Lord. In the first reading, it takes a few times before Samuel realizes that God is calling him; he believes it is his mentor, Eli, who calls out to him as he sleeps. It is only after Eli instructs him to respond, “Speak, Lord, for your servant is listening” that Samuel responds appropriately (1 Samuel 3:19). In the Gospel, Andrew also needs the testimony of a more knowledgeable person, in this case, John the Baptist. When John points out the stranger—“Behold the Lamb of God”—Andrew and another disciple hear him and immediately follow Jesus (John 1:36). Andrew in turn tells his brother, Simon Peter, “We have found the Messiah” (John 1:41). The church year has moved into Ordinary Time now and it is appropriate that these invitations come on otherwise ordinary days. We are no longer at the manger, nor are we at the empty tomb. Neither Samuel nor Andrew witnessed a historic event. But their ordinary day (or night) turned momentous because of their encounter with the Lord.
Are you ready to be called by the Lord? What will be your response?
Hoy escuchamos las historias de personas llamadas inesperadamente por el Señor. En la primera lectura, algunas veces, Samuel se da cuenta de que Dios lo está llamando; él cree que es su mentor, Eli, quien lo llama mientras duerme. Solo después de que Eli le instruye que responda, "Habla, Señor, porque tu siervo está escuchando" que Samuel responde apropiadamente (1 Samuel 3:19). En el Evangelio, Andrés también necesita el testimonio de una persona más conocedora, en este caso, Juan el Bautista. Cuando Juan señala al extraño: “Aquí tienen al Cordero de Dios”, Andrés y otro discípulo lo oyen e inmediatamente siguen a Jesús (Juan 1:36). A su vez, Andrés le dice a su hermano, Simón Pedro: "Hemos encontrado al Mesías" (Juan 1:41). El año de la iglesia se ha movido al Tiempo Ordinario ahora y es apropiado que estas invitaciones lleguen de otra manera en días ordinarios. Ya no estamos en el pesebre, ni estamos en la tumba vacía. Ni Samuel ni Andrew fueron testigos de un evento histórico. Pero su día (o noche) ordinario se volvió trascendental debido a su encuentro con el Señor.
¿Estás listo para ser llamado por el Señor? ¿Cuál será tu respuesta?
BACK TO LIST