Today Mark invites us to put ourselves in the shoes of the scribe who asks Jesus, “Which is the first of all the commandments?” (Mark 12:28). As the commandments are instructions of how a faithful person should act, the scribe was basically asking Jesus what one principle above all should guide his actions. Unlike most religious authorities who came to Jesus with questions, he was not trying to trick him or test him or find something that could be used against him. One can tell from the way he responded to Jesus’ answer that he sincerely wanted to know which of the 613 precepts of the Jewish law was paramount. Jesus responds by quoting the passage from Deuteronomy that we hear in the first reading, “You shall love the Lord your God,” as well as Leviticus, “you shall love your neighbor as yourself” (Mark 12;30, 31). It was not enough to state just the first. The scribe wanted just one, but he got two. A few days ago we celebrated the Solemnity of All Saints, recognizing those who put their faith into action, living lives that serve as models for us. Today we are the scribe, being told by Jesus the way to act, the way to live.
How do you put your love of God and neighbor into action?
Hoy, Marcos nos invita a ponernos en el lugar del escriba que le pregunta a Jesús: “¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?” (Marcos 12:28). Como los mandamientos son instrucciones de cómo debe actuar una persona fiel, el escriba básicamente le estaba preguntando a Jesús qué principio sobre todo debería guiar sus acciones. A diferencia de la mayoría de las autoridades religiosas que acudieron a Jesús con preguntas, él no estaba tratando de engañarlo o probarlo o encontrar algo que pudiera ser usado en su contra. Se puede decir por la forma en que respondió a la respuesta de Jesús que sinceramente quería saber cuál de los 613 preceptos de la ley judía era primordial. Jesús responde citando el pasaje de Deuteronomio que escuchamos en la primera lectura: “Amarás al Señor tu Dios”, así como a Levítico, “amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Marcos 12;30,31). No fue suficiente decir solo lo primero. El escriba solo quería uno, pero él consiguió dos. Hace unos días celebramos la solemnidad de todos los santos, reconociendo a quienes ponen su fe en acción, viviendo vidas que nos sirven de modelo. Hoy somos el escriba, y Jesús nos dice cómo actuar, cómo vivir.
¿Cómo pones tu amor a Dios y al prójimo en acción?
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