The Fourth Week of Advent is surprisingly short this year. It starts today and it ends today. After all, it's already Christmas Eve! The readings today also offer a couple of surprises, one to David and one to Mary. In Second Samuel, David wants to build a house (a dwelling place) for the ark of the covenant. But God tells the prophet Nathan that instead God will establish a house (a dynasty) of David. It is a much more important kind of house, a house that provides for all of Israel. In the Gospel, we find out that Joseph is of the house of David, connecting Jesus to this dynasty that God promised would endure forever. But the thrust of the message of today's Gospel is the announcement that the angel Gabriel brings and Mary's acceptance. In Mary, the Father has chosen a dwelling place for the Son. Mary, shocked by the news, was troubled and could not believe it was possible. But after being reassured by the angel and told that Elizabeth has also conceived a son, she accepts her role: " 'May it be done to me according to your word'" (Luke 1:38). Mary is a perfect model of receptivity to God's will.
What does God ask of us in order to bring Jesus into our hearts? Are we receptive?
La cuarta semana de Adviento es sorprendentemente corta este año. Comienza hoy y termina hoy. ¡Después de todo, ya es Nochebuena! Las lecturas de hoy también ofrecen un par de sorpresas, una para David y otra para María. En Segunda de Samuel, David quiere construir una casa (un lugar de habitación) para el arca del convenio. Pero Dios le dice al profeta Natán que, en cambio, Dios establecerá una casa (una dinastía) de David. Es un tipo de casa mucho más importante, una casa que provee para todo Israel. En el Evangelio, descubrimos que José es de la casa de David, conectando a Jesús con esta dinastía que Dios prometió duraría para siempre. Pero el mensaje principal del mensaje del Evangelio de hoy es el anuncio que hace el ángel Gabriel y la aceptación de María. En María, el Padre ha elegido una morada para el Hijo. María, sorprendida por las noticias, estaba preocupada y no podía creer que fuera posible. Pero después de que el ángel la tranquilizó y le dijo que Isabel también había concebido un hijo, ella acepta su rol: "Hágase conmigo conforme a tu palabra" (Lucas 1:38). María es un modelo perfecto de receptividad a la voluntad de Dios.
¿Qué nos pide Dios para traer a Jesús a nuestros corazones? ¿Somos receptivos?