St. Francis of Assisi Weekly Reflections

Quiet! Be Still!

06-20-2021Weekly ReflectionWe Celebrate Worship Resource, Vol. 46, No. 2

In today’s Gospel a violent storm interrupts a routine trip across the sea. “Why are you terrified?” Jesus asks the disciples, “Do you not yet have faith?” (Mark 4:40). Very likely Mark included this episode to remind his listeners of the confidence they should continue to find in the Lord. At that time, the church faced period of intense persecution, during which Christians lived in danger of being put to death. They could certainly relate to the fear the first disciples looked to Jesus, “whom even wind and sea obey,” for comfort and protection (4:41). Mark trusted that his audience would do the same. Speaking of persecution, few people have ever suffered as much as Job. But even for Job, God set limits to the damage. Saint Paul was arrested and imprisoned on more than one occasion, so he had every justifiable reason to live in fear. But he refused to do so, trusting in Jesus, who died for all so all can live in him. Even sentenced to death, Paul never lost faith. For even during times of trial—especially during times of trial—Jesus remains with us.

When have you appealed to Jesus in times of fear? Have you been comforted by his presence?

¡Cállate, ¡Enmudece!

En el Evangelio de hoy, una violenta tormenta interrumpe un viaje de rutina por el mar. “¿Por qué tenían tanto miedo?” Jesús pregunta a los discípulos: “¿Aún no tienen fe?” (Marcos 4:40). Es muy probable que Marcos haya incluido este episodio para recordar a sus oyentes la confianza que deben seguir encontrando en el Señor. En ese momento, la iglesia enfrentó un período de intensa persecución, durante el cual los cristianos vivieron en peligro de ser ejecutados. Ciertamente podrían relacionarse con el temor que los primeros discípulos miraron a Jesús, “a quien hasta el viento y el mar obedecen”, en busca de consuelo y protección (4:41). Marcos confiaba en que su audiencia haría lo mismo. Hablando de persecución, pocas personas han sufrido tanto como Job. Pero incluso para Job, Dios puso límites al daño. San Pablo fue arrestado y encarcelado en más de una ocasión, por lo que tenía todas las razones justificables para vivir con miedo. Pero se negó a hacerlo, confiando en Jesús, que murió por todos para que todos vivan en él. Incluso sentenciado a muerte, Pablo nunca perdió la fe. Porque incluso durante los tiempos de prueba— especialmente durante los tiempos de prueba—Jesús permanece con nosotros.

¿Cuándo has recurrido a Jesús en momentos de temor? ¿Te ha consolado su presencia?

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