St. Francis of Assisi Weekly Reflections

Behold, the Lamb of God

01-15-2017Weekly Reflection

The command "Behold" brings us back into Ordinary Time. "Behold, the Lamb of God, who takes away the sin of the world," John the Baptist testifies on sighting Jesus (John 1:29). John is usually presented as the herald of Good News, but here he is the witness. A herald simply announces the news he is given: Repent, for the kingdom of heaven is at hand. But a witness is personally engaged. Here John testifies that Jesus is the Lamb of God who will be led to slaughter, sacrificed for the sin of the world. John also testifies that Jesus "ranks ahead of me", Jesus is "the reason why I came baptizing," and the one on whom the Spirit came down (John 1:30, 31).

John's Gospel portrays Jesus as being on trial before the worldly powers of evil, represented especially by Pilate, and John is the first witness to speak his favor. Isaiah and Paul also witness to Jesus today. The Church hears Isaiah's second "Song of the Suffering Servant" as witnessing to Jesus. Paul addresses the Corinthians as "you who have been sanctified in Christ Jesus" (1 Corinthians 1:2). We too are called to witness, to speak the truth about Jesus as our light.

Do you accept this vocation? How will you live it out?

—We Celebrate Worship Resource, Vol. 42, No. 1

He Aqui, el Cordero de Dios

El mandamiento "He aquí" nos devuelve al Tiempo Ordinario. "He aquí, el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo", Juan el Bautista testifica al avistar a Jesús (Juan 1:29). Juan es generalmente presentado como el heraldo de Buenas Nuevas, pero aquí él es el testigo. Un heraldo simplemente anuncia la noticia que se le da: Arrepiéntete, porque el reino de los cielos está cerca. Pero un testigo está comprometido personalmente. Aquí Juan testifica que Jesús es el Cordero de Dios que será conducido a la crucifixión, sacrificado por el pecado del mundo. Juan también testifica que Jesús "tiene precedencia sobre mí", Jesús es "la razón por la cual vine a bautizar", y aquel en quien descendió el Espíritu (Juan 1:30, 31). El Evangelio de Juan retrata a Jesús como sujeto de juicio ante los poderes mundanos del mal, representados especialmente por Pilato, y Juan es el primer testigo que habla su favor. Isaías y Pablo también son testigos de Jesús hoy. La Iglesia escucha la segunda "Canción del Siervo Sufriente" de Isaías como testimonio de Jesús. Pablo se dirige a los Corintios como "a todos ustedes, a quienes Dios santificó en Cristo Jesús" (1 Corintios 1: 2). Nosotros también somos llamados a testificar, a decir la verdad acerca de Jesús como nuestra luz.

¿Aceptas esta vocación? ¿Cómo la vivirás?

—We Celebrate Worship Resource, Vol. 42, No. 1

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