St. Francis of Assisi Weekly Reflections

Eternal Life with God

11-10-2019Weekly ReflectionWe Celebrate Worship Resource, Vol. 44, No. 3

Poor Sadducees! Unable to imagine a resurrection after one’s earthly life they instead imagine conundrums that make the belief in resurrection look foolish. When someone remarries, who will be their spouse after the resurrection? Someone is going to be left out. Jesus patiently explains to them that this is not an issue in the coming age. The Sadducees have made the mistake of assuming resurrected life is a continuation of earthly life. They have failed to imagine anything other than life as they as they know it her on earth. With God, remember, all things are possible. Eternal life can be more wonderful than we can imagine. We believe that all God’s people are alive in God, for our God is the God of the living. Therefore, the seven brothers and their mother in the first reading face torture and death with unwavering courage, for they believe they will be “raise(d) up to live again forever” (2 Maccabees 7:9). Jesus, and later Saint Paul, would do the same. We hope to die confidently, believing in a God who can image more than we possibly can. Especially in November, we remember our loved ones who have died, imagining their eternal life with God and in God forever.

How do you image eternal life with God?

Vida Eterna con Dios

Pobres saduceos! Incapaces de imaginar una resurrección después de la vida terrenal, se imaginan acertijos que hacen que la creencia en la resurrección parezca tonta. Cuando alguien se vuelve a casar, ¿quién será su cónyuge después de la resurrección? Alguien va a quedar fuera. Jesús les explica pacientemente que esto no es un problema en la era venidera. Los saduceos han cometido el error de asumir que la vida resucitada es una continuación de la vida terrenal. No han podido imaginar otra cosa que no sea la vida tal como la conocen en la tierra. Con Dios, recuerda, todas las cosas son posibles. La vida eterna puede ser más maravillosa de lo que podemos imaginar. Creemos que todo el pueblo de Dios está vivo en Dios, porque nuestro Dios es el Dios de los vivos. Por lo tanto, los siete hermanos y su madre en la primera lectura enfrentan la tortura y la muerte con un coraje inquebrantable, porque creen que serán “resucitados a una vida eterna” (2 Macabeos 7:9). Jesús, y luego San Pablo, harían lo mismo. Esperamos morir en confianza, creyendo en un Dios que puede imaginar más de lo que posiblemente podamos nosotros. Especialmente en noviembre, recordamos a nuestros seres queridos que han muerto, imaginando su vida eterna con Dios y en Dios para siempre.

¿Cómo imaginas la vida eterna con Dios?

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