St. Francis of Assisi Weekly Reflections

God's word makes the Earth fertile and fruitful

07-16-2017Weekly ReflectionWe Celebrate Worship Resource, Vol. 42, No. 2

For Isaiah, God’s word is like the rain and snow that come down from heaven, making the earth fertile and fruitful. God’s word is both effective and efficacious. For the next three weeks, we hear Jesus the storyteller, sowing parables as seeds that will bear fruit by revealing the mysteries of the kingdom of heaven. A seed is a wonderful symbol of God’s power working through something small, which often seems to be God’s way of doing things. This third great discourse of Jesus in Matthew’s Gospel gathers together stories Jesus told during his ministry. These parables enable the proclamation of God’s ongoing presence and working in our world and our lives. The seed of God’s word continues to fall into the soil of our communities and our individual lives or ends up being choked off by our cares or our indifference. But at other times, God’s word does send down roots and bears fruit beyond all expectation. Through this word, God enters into conversation with us. Which of Jesus’ teachings do you see bearing fruit in yourself? Which needs some effort on your part?

La Palabra de Dios hace la Tierra fertil y Fructifera

Para Isaías, la palabra de Dios es como la lluvia y la nieve que descienden del cielo, haciendo la tierra fértil y fructífera. La palabra de Dios es eficaz y productiva. En las próximas tres semanas, escucharemos a Jesús, el narrador, sembrando parábolas como semillas que darán fruto revelando los misterios del reino de los cielos. Una semilla es un símbolo maravilloso del poder de Dios trabajando a través de algo muy pequeño, a menudo esta parece ser la manera en que Dios hace las cosas. Este tercer gran discurso de Jesús en el Evangelio de Mateo combina las historias que Jesús contó durante su ministerio. Estas parábolas permiten la proclamación de la presencia continua de Dios trabajando en nuestro mundo y en nuestras vidas. La semilla de la palabra de Dios continúa cayendo en el suelo de nuestras comunidades y nuestras vidas o termina siendo ahogada por nuestras cargas o nuestra indiferencia. Pero en otras ocasiones, la palabra de Dios echa raíces y fructifica más allá de toda expectativa. A través de esta palabra, Dios entra en conversación con nosotros. ¿Cuál de las enseñanzas de Jesús ves echando fruto en ti mismo? ¿Cuáles necesitan esfuerzo de su parte?

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