St. Francis of Assisi Weekly Reflections

Are you doing your part as an Extraordinary Christian?

06-05-2016Weekly Reflection

Half the liturgical year 2016 is completed after six months of extraordinary celebrations. The Incarnation mystery: Jesus' advent, nativity, epiphany. The Paschal mystery: Jesus' passion, death, resurrection, Pentecost's Holy Spirit. The solemnities of Holy Trinity and Jesus' Body and Blood. Today the Church resumes Sundays in Ordinary Time, but with a Gospel of extraordinary mercy: Jesus raises a dead man to life. Yet the one who benefits most from his extraordinary mercy is not the dead son, but his widowed mother. With her husband and only son deceased, this woman's material support, in that patriarchal society, had vanished. So had her emotional support, leaving her helpless, abandoned, on society's "peripheries." One of Pope Francis' hopes in calling this Extraordinary Jubilee Year of Mercy is to transform us into more extraordinary Christians, by making our caring outreach to just such vulnerable people, and our practical self-sacrificing love for them, our ordinary, daily, Christian way of life!

—Peter Scagnelli, Copyright © J. S. Paluch Co., Inc.

¿Estas cumpliendo con tu labor de Cristiano Extraordinario?

Después de 6 meses llenos de celebraciones extraordinarias, llegamos a la mitad del Año Litúrgico 2016. El misterio de la Encarnación: Adviento, Navidad y la Epifanía de Jesús. El misterio Pascual: Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, Pentecostés, fiesta del Espíritu Santo. Las Solemnidades de la Santísima Trinidad y del Cuerpo y la Sangre de Cristo. Hoy la Iglesia regresa a lo que le llamamos "Domingos del Tiempo Ordinario", pero con un Evangelio de extraordinaria misericordia: Jesús revive a un hombre que estaba muerto; sin embargo, quien más se beneficia de su extraordinaria misericordia no es el hombre muerto sino su madre viuda. Con su esposo muerto y su único hijo fallecido y en una sociedad patriarcal no hay quien se encargue de la manutención de esta mujer. Así que su apoyo emocional, la deja indefensa, abandonada en la "periferia" de la sociedad. Una de las esperanzas del Papa Francisco al convocar este Año Jubilar de la Misericordia es transformarnos en cristianos extraordinarios, haciendo que nuestra atención llegue a las personas más vulnerables con nuestro amor generoso por ellos, ¡nuestra forma de vida cristiana ordinaria, diaria!

—Peter Scagnelli, Copyright © J. S. Paluch Co., Inc.

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