St. Francis of Assisi Weekly Reflections

Whoever does not carry his own cross and come after Me cannot be My disciple.

09-04-2016Weekly Reflection

"If anyone comes to me without hating...father and mother, wife and children, brothers and sisters,... and even his [or her] own life" (Luke 14:26). Hating? Can anyone imagine a less appropriate Gospel for the Jubilee Year of Mercy? But scholars call this Semitic hyperbole. Jesus exaggerates to jolt us into confronting life-changing challenges. Faced with conflicting loyalties, disciples must reorder priorities, even relationships, to give Jesus and the gospel's demands first place. Today's second reading presents a real-life example. Paul challenges his wealthy convert, Philemon, to welcome back Philemon's runaway slave, Onesimus, whom Paul has baptized in prison. Not only with unconditional forgiveness but with a counter-cultural, world-shattering change of status—as an equal. No, even more—a beloved brother in Christ. What in my life does the Jubilee Year of Mercy challenge me to "hate"—meaning reform, redo, even utterly revamp—so I can give everyone, no conditions, no exceptions, shockingly Christ-like love?

—Peter Scagnelli, Copyright © J. S. Paluch Co., Inc.

Y el que no carga su cruz y me sigue no puede ser mi discipulo.

"Si alguno quiere seguirme y...no me prefiere...a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos,...más aún a sí mismo" (Lucas 14:26). ¿Qué es lo que estamos prefiriendo en este Año Jubilar de la Misericordia? Esta frase de Jesús es una exageración que nos estremece para enfrentar desafíos que cambian la vida. Enfrentando un conflicto ante quien ser leal, los discípulos deben reordenar sus prioridades, aún sus relaciones, para poner en primer lugar a Jesús y al Evangelio. La segunda lectura presenta un ejemplo de la vida real. Pablo desafía a un rico recién convertido al cristianismo, Filemón, a recibir nuevamente a Onésimo no como su esclavo y además fugitivo que era sino como hermano en Cristo. Además de pedirle que le otorgue la libertad y que deje de tener la posición de esclavo, le pide que lo acepte como un hombre libre y más aún como hermano en Cristo. ¿En este Año Jubilar de la Misericordia a qué estamos siendo desafiados por ser discípulos de Jesús?

—Peter Scagnelli, Copyright © J. S. Paluch Co., Inc.

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