This week, the universal Church focuses in prayerful solidarity on World Youth Day in Krakow, where WYD's founder, Saint John Paul II, served as archbishop. Its theme coincides with that of Pope Francis' Jubilee Year of Mercy: "Blessed are the merciful, for they will be shown mercy" (Matthew 5:7). Today's Gospel echoes the same theme, as Jesus unites prayer with mercy in "The parable of the persistent friend." Jesus teaches us not only what words to pray, but what deeds must match authentic prayer. How beautifully down-to-earth is Jesus' portrait of a God who can be trusted to do what is best for us. A pesky neighbor disturbs a sleeping friend and disrupts the household. Yet beautiful images unfold. Persevering prayer receives active, practical mercy in loaves of bread, recalling Luke's unique expression for the Eucharist, "the breaking of bread" (Luke 24:35; Acts 2:42). WYD, the Jubilee, and Jesus thus unite to define perfect prayer as persevering communion with God and unconditional mercy toward our neighbor.
—Peter Scagnelli, Copyright © J. S. Paluch Co., Inc.
Esta semana la Iglesia universal se enfoca solidariamente en oración hacia la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) a realizarse en Cracovia, ciudad donde fue arzobispo san Juan Pablo II, fundador de este evento mundial para los jóvenes. El tema de este año coincide con el del Año Jubilar de la Misericordia: "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia" (Mateo 5:7) El Evangelio de hoy hace eco al mismo tema, Jesús une la oración con la misericordia en "la parábola del Amigo Persistente". Jesús no sólo nos enseña las palabras para orar, sino también cuales acciones deben coincidir con una auténtica oración. Que hermosa es la imagen que Jesús presenta de Dios en quien se puede confiar pues hará aquello que es lo mejor para nosotros. Un vecino inoportuno que va a despertar a su amigo e irrumpe en su casa. Se muestran imágenes hermosas. La oración perseverante recibe una respuesta activa, misericordia práctica en rebanadas de pan; recordando la expresión única de Lucas para la Eucaristía "al partir el pan" (Lucas 24:35, Hechos 2:42). La JMJ, el Jubileo, y Jesús se unen para definir la perfecta oración como una comunión perseverante con Dios y la misericordia incondicional hacia nuestro prójimo.
—Peter Scagnelli, Copyright © J. S. Paluch Co., Inc.